River 1 Argentinos 2

Fue un espejismo, nomás, el camino de la recuperación que River pareció iniciar la semana pasada, con su triunfo sobre Independiente. De nuevo, la derrota se precipitó inevitable, producto de otra pálida actuación, la desteñida imagen que River se acostumbró a dar desde hace cuatro meses hasta provocar la peor campaña de su historia. Esta vez, cayó frente a un Argentinos que llegaba golpeado tras ser marginado de la final de la Copa Sudamericana, y al que le cuesta horrores cada vez que sale de La Paternal. Y el equipo de Núñez sigue último en la tabla, ahora sin compañía. 

Con una receta simple, Argentinos dio cuenta de la vulnerabilidad de River. Le alcanzó con mantener el orden y con la picardía del ingresado Romero, quien se dejó caer ante el contacto con Vega, provocando la polémica decisión de Abal, quien sancionó el penal en el tercer minuto de descuento y le permitió a Ortigoza, la figura del partido, el merecido premio de ser el responsable de definir el pleito. 

Fue un desarrollo chato, deslucido, con poco margen para la explosión de tres cuartos de cancha en adelante. Se lo llevó Argentinos y estuvo bien, porque además de ser más ordenado y pícaro, de contar con el jugador más claro del partido y generar más situaciones de gol, tuvo actitud para sepultar las ocho presentaciones sin conocer la victoria fuera del estadio Diego Armando Maradona. 

Incluso empezó mejor el cuadro de Gorosito, uno de los aspirantes al banco de River. Hauche explotaba las espaldas de Barrado y el pibe Mauro Bogado siempre aparecía libre por el sector derecho. River se exhibía como un equipo muy largo, con excesivo traslado de parte de sus volantes y poca participación del retornado Buonanotte. Sin embargo, lastimó el local. A la salida de un tiro de esquina, Abelairas envió un centro perfecto y Falcao, con un gran cabezazo a la derecha de Torrico, rompió el cero. 

Argentinos lucía prolijo en el traslado, aunque le faltaba profundidad. Antes de que se moviera la pizarra, Hauche despilfarró una inmejorable oportunidad, mientras que Ortigoza, con un disparo desde afuera del área, preoupó a Vega en las dos ocasiones más claras generadas por la visita en la primera mitad. 

La tónica del desarrollo se mantuvo casi no varió durante el complemento. Argentinos merecía el empate y lo logró merced a un buen cabezazo de Sabia, quien apareció libre y dejó parado a Vega. Y la diferencia fue provocada con los movimientos de piezas desde el banco. Gabriel Rodríguez confundió: hizo un cambio defensivo con el ingreso del pibe Fabio Giménez por Salcedo, y después volvió a colocar a dos atacantes al incluir a Ríos por Buonanotte. Amén de la audacia expresada en el ingreso de Viotti por Scotti, Gorosito colocó a Andrés Romero y éste fue vital. Sobre la hora, el juvenil delantero armó un jugadón y se dejó caer tras haber sido tocado por Vega. El resto es historia conocida: Ortigoza acertó y dejó sin nada a River.

Fuente:www.tycsports.com
Futbol de Primera

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