Gimnasia recibió la primavera en el Bosque con un 3-1 sumamente positivo ante Godoy Cruz, pensando en el promedio y en la semana complicada que vivió Sanguinetti, quien estuvo muy cerca de dejar su cargo pero recibió el apoyo del plantel. El resultado fue contundente y el equipo mostró momentos de muy buen fútbol.

El conjunto mendocino salió a jugar el partido cerca del área del Lobo y a partir de la movilidad de Encina logró complicar a la última línea local. Sin embargo, la primera de riesgo fue de Messera, quien quedó increíblemente solo dentro de área y disparó afuera. Las dos únicas de riesgo para el Tomba, en ese buen arranque, fueron para el Sapito: primero se anticipó y remató afuera, luego de un centro de Borghello, y luego le pegó desde afuera y complicó a Sessa, que se estiró y la sacó afuera.

A partir del cuarto de hora todo fue del equipo de Sanguinetti, quien fue recibido entre aplausos. El dueño de casa abrió bien la cancha, llegó con Romero, Ormeño y Villar, se impuso en el medio gracias a la excelente tarea de Esteban González, se movió al ritmo de Messera y complicó con la potencia de Martinena, quien reemplazó a Sosa (contractura) a los 12 y fue uno de las figuras.

Gimnasia dilapidó muchas oportunidades claras ante de abrir el marcador. Villar lo tuvo, pero su derechazo se fue rozando el poste derecho de Ibáñez. También lo tuvo Niell, pero el arquero tapó su cabezazo. Y a los 30, Villar la puso adentro, Messera llegó solo y cabeceó desde el punto del penal, pero el uno visitante, a puro reflejo, atajó una pelota fabulosa con sus piernas.

Estaba al caer. Y cayó a los 36: Romero se proyectó por la izquierda, tiró el centro de derecha y Martinena cabeceó a contrapierna de Ibáñez, que nada pudo hacer. Cinco más tarde, Aguirre trabó con todo en mitad de cancha y Abal, quizás apresuradamente, lo expulsó. La debacle total para Godoy Cruz se produjo a los 44, cuando Garín tomó a Romero dentro del área y le hizo penal. Messera lo cambió por gol y decretó el 2-0.

Con el resultado a favor, el Lobo salió muy tranquilo a disputar el complemento y a los nueve, Agüero puso el tercero luego de un tiro libre de Villar. Sanguinetti aprovechó la diferencia y cuidó a Messera y González de cara al clásico con Estudiantes, del próximo fin de semana. Con Piatti y Villar, otro de los estandartes, siguió manejando las acciones.

Los mendocinos se adelantaron algunos metros y buscaron el descuento con mucho amor propio, pero Encina y Figueroa no lograron hacerse cargo del equipo. La más clara fue para el ingresado Caruso, quien metió un zurdazo desde afuera que se estrelló contra el poste derecho de Sessa. También tuvo una Figueroa, con un cabezazo que se fue afuera luego de una buena maniobra de Encina.

El Tomba se fue resignando con el correr de los minutos, mientras que el Lobo se conformó con la diferencia y tocó la pelota de lado a lado. Sobre la hora, en una maniobra individual, Figueroa descontó para las estadísticas con un remate que se desvió en Maldonado y desacomodó a Sessa. Pese a que continúa en zona de descenso directo, el conjunto de Sanguinetti logró un triunfo muy importante, para renovar el vínculo con el entrenador y llegar animado al clásico platense.