Ni la lluvia, ni el viento, ni el hombre de menos pudieron llevarse puntos de La Paternal. Más si lo que estaba en juego era la clasificación a la Sudamericana, cosa que Argentinos logró con sufrimiento, pero que gozó como nunca en estos últimos fines de temporada que solían extenderse por la Promoción, que ahora es sólo un mal recuerdo.

Esta vez el partenaire en el Diego Maradona fue Central, que sin nada en juego, hizo partido, pero que no supo cómo manejar la ventaja. Es que el Canalla, ya sin Madelón, abrió primero el marcador tras una avivada de Vizcarra que dejó solo a Díaz y el hábil volante definió con una pisada que dejó en el piso a Torrico.

A partir de ahí, Central le quiso bajar el telón al partido. Era demasiado temprano, pero su actitud fue igual la de replegarse. Entonces, Argentinos, con sus limitaciones a cuestas intentó. Sólo tuvo claridad en Peñalba y el peligro llegaba por lo que podía hacer Delorte en el área.

Igual le alcanzaba para llegar, aunque sin claridad. De tanto ir, en el final del primer tiempo encontró el empate. Fue en un con un buen centro de Mercier que dejó estática a la defensa visitante y que Delorte empujó en soledad.

Luego del descanso, los nervios se adueñaron del local. Es que en 45 minutos estaba en juego buena parte de lo hecho en un año y se notó. Más a partir de la expulsión de Mercier, quien por un patadón a Papa dejó con uno menos a los suyos en los momentos clave.

Ni con uno más, Central fue por los tres puntos y lo pagó caro. Gorosito dio muestras de sus ganas de ganar con sus cambios ofensivos, pero la clave estaba en la cancha desde el comienzo: Delorte. El corpulento delantero recibió una pelota en las puertas del área, la bajó de zurda y sentenció de derecha. Gol, triunfo y copa a poco del final.

Lo que quedó fue para la gente que rugió desde Boyacá para toda América, que volverá a tener a Argentinos entre los suyos, una docena de años después.