Gimnasia derrotó como visitante a San Martín (T) por 1-0, en un partido correspondiente a la 15ª fecha del Torneo Clausura. El Lobo festejó en una cancha muy difícil un triunfo clave en la lucha por mantener la categoría y salió de la zona de descenso directo, donde nuevamente ingresó el Santo.

En el primer tiempo el trámite fue muy parejo, aunque los dirigidos por Leonardo Madelón fueron mucho más claros con la pelota en los pies. Además, la visita tuvo algunas chances más que su rival y el peligro que llegó al arco de Marcos Gutiérrez fue mayor que el que tuvo Gastón Sessa.

El Tripero contó con dos situaciones en los pies de Sebastián Romero, quien en la primera se encontró con el arquero y en la otra remató afuera. Después, Mariano Messera no alcanzó a empujar la pelota cerca de la línea de gol y el guardametas volvió a responder ante un intento de Alvaro Ormeño.

Lo mejor de los tucumanos nació en los avances por la izquierda de Raúl Saavedra, quien tuvo una buena oportunidad de abrir el marcador con un derechazo fallido. La otra de los de Carlos Roldán fue un latigazo de Matías Urbano que provocó la intervención de un Sessa que estuvo atento.

Finalmente Gimnasia se encontró con el gol con un frentazo de Esteban González, a los 38 minutos. Después de un avance, el balón quedó por la derecha y el mediocampista ganó de cabeza sin la necesidad de elevarse en el aire y abrió el marcador de un encuentro que parecía muy cerrado.

En el complemento, San Martín (T) fue con todo en busca del empate y los cambios ofensivos de Roldán plantearon un partido de ida y vuelta. Sin embargo, los nervios le jugaron una mala pasada al Santo y provocaron espacios que terminaron en más contras para el Lobo que ataques propios.

Los avances de los tucumanos fueron sólo intentos por vía aérea en busca de Daniel Vega o desde media distancia. Sin claridad, y con más ganas que fútbol, Saavedra siguió probando desde lejos y también se sumó Urbano, aunque sin puntería y con muchos problemas para acertar al arco.

Los riesgos del local fueron la esperanza del Tripero para liquidarlo. Desde la claridad de Juan Cuevas para generar peligro, la visita tuvo chances inmejorables para marcar otro gol: Romero, Diego Alonso y el ingresado Roberto Sosa fallaron de manera increíble en la definición.

La impotencia de San Martín (T), que quedó otra vez muy complicado, se explica con la infantil expulsión de Matías Villavicencio a dos minutos del cierre. En Gimnasia es todo alegría, porque se ganó un partido de esos que se dicen de seis puntos; se ganó una verdadera final.