San Lorenzo quería recuperarse luego de dos derrotas en tres partidos y retomar el nivel que lo había llevado a la cima en soledad del torneo Apertura. Cumplió el primer objetivo al superar 2-1 a Gimnasia de Jujuy, en el Nuevo Gasómetro, pero otra vez evidenció serios inconvenientes en el juego y terminó sufriendo. 

Los primeros 15 minutos fueron muy parejos en cuanto a la posesión del balón. Los jujeños se animaron mediante la velocidad de Arraya y se pararon con autoridad en la mitad de la cancha con Mateo. El Ciclón, fiel a su estilo: sin el Lobo Ledesma, la pelota a los pies de Acevedo o Juan Manuel Torres y a partir de allí, hacia González o Aureliano Torres para meterla en el área. La otra opción, igual de previsible: pelotazos sin destino para alguna corrida de Bergessio. 

El conjunto local inclinó la cancha desde los 20 y se cansó de rebotar una y otra vez contra la muralla planteada por Labruna. Dos líneas de cuatro bien juntas, que esperaron y sacaron absolutamente todo por arriba y por abajo. El equipo de Russo confundió serenidad con lentitud y cayó en la trampa. Pocas ideas, mucha imprecisión. 

Barrientos, el encargado de habilitar a los de arriba, se instaló sobre la izquierda en los primeros minutos y luego de errar varios pases y perder en el mano a mano con Busse, busco el centro del campo. Sin embargo, tampoco desequilibró en ese sector. No coordinó con Acevedo, nunca entro en la velocidad de Rivero y cerca del área, eligió tirarse ante el primer empujón. Bassi no compró jamás. 

A San Lorenzo le faltó frescura y sorpresa. Fue una de esas películas lentas, poco originales, que dan vuelta sobre lo mismo y nunca alcanzan el clímax esperado. El Ciclón se repitió con González y Aureliano, quienes no estuvieron precisos, y cuando tocó en corto, falló en la puntada final. Silvera, muy estático, y Bergessio, desanimado, sin su potencia característica. 

Es más, Gimnasia, de contra, fue más peligroso. La primera de riesgo la tuvo el dueño de casa, con un cabezazo de Aguirre que se estrelló contra el travesaño. Las otras dos jugadas de riesgo de la etapa inicial fueron para el Lobo, con un remate a quemarropa de Arraya que tapó Orión y una excelente contra que Busse no definió. 

El equipo azulgrana debía ajustar las tuercas y salir a buscar con más actitud. La palabra de Russo en el entretiempo surtió efecto y Barrientos, al minuto, habilitó con calidad a Aureliano Torres, quien ingresó al área con pelota dominada y de zurda superó la salida de Pezzutti para el 1-0. 

San Lorenzo siguió manejando el balón, aunque siempre con un ritmo apagado, casi cansino. Por eso, Gimnasia se animó nuevamente en las contras y agarró mal parado al local en muchas oportunidades. Luna, una de las figuras, avisó con un tiro al primer palo que Orión tapó con sus piernas. Y a los 24, Ramírez sacudió desde afuera y el balón reventó el travesaño. Primeros llamados de atención para un equipo dormido, que había sufrido algo parecido ante Gimnasia (LP), dos fechas atrás. 

Se venía venir y llegó a los 28: Iuvalé se proyectó sobre la derecha y tiró el centro, Calandria anticipó a Bianchi Arce y con un toque sutil de derecha la clavó en el palo más lejano de Orión. San Lorenzo sintió el cimbronazo y otra vez empezó a manejar el balón, aunque nuevamente cayó en la impotencia. Barrientos, quien levantó su nivel, quiso ser el conductor, pero no encontró compañía, más allá de juntarse en un par de oportunidades con Aureliano Torres. 

Pero Gimnasia quedó mal parado a los 38, Solari, en su única participación, llegó hasta el fondo por la izquierda y metió un centro rasante para la llegada de Silvera. El Cuqui no pudo y Bergessio, por atrás, se sacó la mufa. Pero el Ciclón, en lugar de asegurar la redonda y hacer correr los minutos, le regaló en control al Lobo, que casi lo empata. Rocco no definió bien después de una mala salida de Orión y Luna, en la última, sacudió el horizontal con otro potente disparo. 2-1 para San Lorenzo, que ganó con poco y recuperó la punta.

Fuente:www.tycsports.com