Huracan 1 Estudiantes 0

La historia no podía tener otro final. Tenía que ganar Huracán y ser plenamente feliz en el día de su cumpleaños número 100. Y debía vencer hasta con cierta dosis de heroísmo, para añadirle una cuota mayor de emotividad. Para que todo fuese casi mágico y para que Huracán tuviera su tarde soñada en estos tiempos difíciles. 

Y resultó un justo ganador, Huracán. No por nada la gran figura de la tarde fue Andújar, quien evitó la consumación prematura del triunfo local merced a una actuación digna de sus mejores jornadas. El equipo de Héctor Martínez, quien hoy dirigió su último partido antes de la asunción de Angel Cappa, siempre quiso más y tuvo premio. 

Luego de un primer tramo reñido, con sucesivas interrupciones y con un dominador ausente en el desarrollo de las acciones de juego, Huracán inclinó la balanza y generó cinco situaciones nítidas de gol en 15 minutos. Fue entonces que empezó a emerger la figura de Andújar, quien le ahogó el grito a Colzera en dos oportunidades, a Barcos y a Leandro Díaz. Avisando sobre lo que vendría después, Esmerado también tuvo una oportunidad en una volea que se fue desviada. 

Estudiantes lucía apático, con más sombras que luces en Verón y poca actividad de parte de la Gata Fernández. Igualmente dispuso de una oportunidad clarísima en la cabeza de Calderón, quien desde una posición inmejorable le erró al arco con Limia vencido. 

El complemento mantuvo la misma tesitura. Hubo un tramo deslucido en el que la pelota fue muy maltratada. En una tontera, Colzera dejó a Huracán con 10 hombres por una artera infracción sobre Desábato y a Estudiantes pareció aclarársele el panorama. Astrada se la jugó, incluyó a Boselli (delantero) en lugar de Iberbia (defensor) y la visita advirtió la oportunidad de escalar posiciones y convertirse en un inesperado animador de la pelea por el título, pero Estudiantes fue híbrido y jamás logró meter a Huracán contra su campo. 

Por el contrario, los locales se agrandaron en la adversidad y hubo un contagioso entusiasmo en Araujo, quien tomó la lanza y se mandó desde el fondo; en Esmerado, quien se hizo patrón del medio; y en Barcos, quien suplió con voluntad sus limitaciones. Andújar, una vez más, le abortó una chance al ex atacante de Racing y luego Laverni, involuntariamente, impidió el gol de Arano en lo que resultó un verdadero blooper. 

Hasta que Huracán tuvo su merecido desahogo. La aguantó el ingresado Pastore, tocó para Esmerado y el volante, después de acomodarse para la zurda, clavó un disparo impresionante que se metió junto al ángulo superior izquierdo y dejó petrificado a Andújar. Recién entonces Huracán fue plenamente feliz. Lo mereció. 
Fuente:www.tycsports.com
Futbol de Primera

Paso a Paso

0 comments. Deci lo que te parece haciendo click acá: