Volvió a ganar en Independiente, respira un poco más tranquilo Borghi. Sin desplegar un gran juego y con la inspiración de Leonel Núñez, el Rojo derrotó a Gimnasia de Jujuy por 3-2 y mantuvo así el invicto en el torneo, que lo encuentra ahora con 10 puntos, a sólo tres de San Lorenzo, único líder. No cambió demasiado en el juego, sí en el marcador y la el final de la semana será con tranquilidad.

En la efectividad se puede explicar que Independiente se haya ido al descanso en ventaja por dos goles. Es que el equipo de Claudio Borghi pateó tres veces al arco, las tres por Núñez y dos de esas chances terminaron con la pelota en la red: a los cuatro minutos tras empujar un centro de Ríos y a los 42m con un remate cruzado que se metió al lado del palo ante la atenta mirada de Nereo Fernández.

El equipo de Avellaneda comenzó bien, con movilidad en los delanteros y buenas pinceladas de Ríos. Sin embargo, la apertura tempranera del marcador lo llevó a retrasarse y cederle la pelota a Gimnasia, que no generalmente no supo que hacer con la misma.

El Lobo jujeño tuvo sus oportunidades para convertir, es más, generó la primera situación en un muy buen zurdazo de Gómez que exigió una gran respuesta de Assmann. Después intentó mucho desde larga distancia y siempre encontró al seguro arquero de Independiente. Sufrió en la etapa inicial la poca participación de Carranza y la escasa influencia de Arraya.

Como ante Huracán, Labruna buscó un cambio de actitud desde el banco de suplentes y a los cuatro tuvo su recompensa ya que Fileppi, con un derechazo que se metió por arriba de Assmann, logró el descuento. Gimnasia metía al Rojo contra su arco, Luna (otro de los que ingresó) maneja con criterio el balón pero un error terminó con la reacción: Pusineri la robó en la mitad de la cancha, abrió para Núñez, quien eliminó a Loeschboer y tocó con precisión ante la salida de Fernández.

Gimnasia se quedó con 10 por la expulsión de Ramasco, Borghi lo sacó a Núñez para que lo aplaudieran y parecía que el marcador no se movería. Sin embargo, para darle algo de suspenso, Arraya encontró un balón en el punto del penal, eludió a Assman y descontó. Gandín se erró el cuarto, los últimos centros que cayeron en el área del Rojo trajeron algún susto y los hinchas de Independiente volvieron a irse con una sonrisa.