No pudo Estudiantes. El Pincha vivió este domingo una jornada pendiente de dos partidos, de dos escenarios, y osciló entre la ilusión y el desencanto. Terminó dependiendo de sí mismo para estirar la esperanza; y falló. Nunca pudo quebrar a Colón en el estadio Ciudad de la Plata y el 0-0 del final dilapidó sus chances. Aunque murió de pie.

El trámite estuvo envuelto en ese clima de final, con la gente local con los ojos en el campo de juego y la oreja en la radio. Fue bastante trabado, teniendo en cuenta que también Colón se jugaba mucho: gracias a esta igualdad, quedó una unidad por arriba de Racing, su rival de la última fecha, y fuera de la zona de Promoción.

El equipo de Roberto Sensini, abocado al ataque y con el juego aéreo como principal arma ofensiva, apenas había tenido una llegada clara en los pies de Pablo Lugüercio ahogada por Sebastián Blázquez cuando llegó la noticia desde Buenos Aires: River ganaba y sólo servía un triunfo.

Ezequiel Maggiolo lo tuvo dos veces de cabeza pero tapó el arquero, mientras que otro testazo de Leandro Benítez se fue por arriba. También Alcides Piccoli casi anota en contra de su arco cuando quiso despejar un balón. Pero el platense no acertaba, fallaba en la puntada final y los minutos seguían corriendo. Las pinceladas de Juan Sebastián Verón y los centros de Enzo Pérez no eran suficientes para desnivelar.

El complemento comenzó con todo el peso de la obligación sobre las espaldas de Estudiantes. Entre Piccoli y Blázquez le ahogaron un gol a Maggiolo, y poco después llegó el gran grito: Olimpo le empataba al Millonario en el Monumental. En ese lapso de esperanza, otra vez Maggiolo lo desperdició de cabeza. Y un nuevo baldazo de agua fría dejó a todos helados: gol de River en Núñez.

El golpe al local coincidió con una leve reacción sabalera, que se reflejó en un remate de Sebastián Romero que atajó Mariano Andújar y en un penal no cobrado por Héctor Baldassi que motivó la furia y la expulsión del Turco Mohamed.

El epílogo fue para el infarto, con cinco minutos de descuento que el Pincha no supo aprovechar y el pitazo final que sepultó todas la expectativas de un digno Estudiantes que, pese a todo, estuvo a la altura de las circunstancias.