Gimnasia j 1 Independiente 2

Cuando a los 11 segundos un centro de Fredes se desvió en Acuña y descolocó a Nereo Fernández para la apertura del marcador, Independiente tuvo el inequívoco presagio de una jornada feliz. ¿Qué más podía pedir Santoro en su despedida que un gol en la primera jugada del partido? Y resultó determinante, porque a la postre Independiente se llevó tres puntos valiosos sin hacer tanto y Pepé (cosechó tres victorias, un empate y una derrota durante su interinato) tuvo el adiós que quería antes de irse a la Selección. Un rato de inspiración de Montenegro, la firmeza del uruguayo Rodríguez y no mucho más hubo en el cuadro de Avellaneda, que recibirá a Borghi en una posición expectante en la tabla (un transitorio sexto puesto, a siete puntos de la cima) y al vencer a Gimnasia de Jujuy le dio una mano a su máximo rival, Racing.

El gol en el amanecer del partido condicionó lo ocurrido después. Independiente se sintió cómodo y no necesitó consumir muchas energías ante un rival que lidiaba contra sus propias limitaciones. La visita hizo sólo una parte del trabajo: se defendió bien al punto que Assmann casi no intervino durante los 45 minutos iniciales, pero produjo muy poco en ataque y la sociedad conformada por Montenegro y Grisales (recalado por derecha pierde panorama y, por ende, potencial) brilló por su ausencia.

Tras una aburrida parte inicial, el vértigo apareció con furia desde el arranque del primer tiempo. Lo tuvo Pusineri con cabezazo que se fue apenas desviado y Mateo se perdió el empate para Gimnasia. Hasta que Montenegro produjo la maniobra que tendría un impacto determinante en el resultado. Recogió la pelota sobre la derecha del mediocampo, avanzó extrañamente sin marcas y sacó un derechazo marca registrada, desde afuera del área, para el 2-0. Golazo.

Todo era de Independiente, oportuno y eficaz. Sin embargo, enseguida y a pedir de las emociones que se alistaban para ser encajonadas, Gimnasia alcanzó el descuento. Guapeó el ingresado Escalada por derecha, sacó el centro bajo y rasante que superó a Assmann, y por detrás apareció Arraya para empujarla a la red y achicar el margen en el tanteador.

Entonces nació otro partido, una versión más cercana al tramo inicial del complemento que a una primera etapa gobernada por el sopor. Los jujeños fueron con entusiasmo y vergüenza deportiva, aunque también con una ausencia de ideas que le simplificó el trabajo a Independiente. Apostado de contragolpe, el cuadro visitante produjo una faena a pedir de Montenegro, veloz y desequilibrante con campo para recorrer y una defensa rival desarmada. El Rolfi estuvo muy cerca de su segunda conquista en un derechazo que se fue apenas desviado y habilitó a Denis, quien desperdició su chance.

Gimnasia tuvo el empate en Carranza, quien definió muy mal desde una posición inmejorable. Enseguida llegó el final e Independiente redondeó un negocio redondo, de acuerdo a lo que produjo y lo que finalmente se llevó. Santoro se fue feliz y en paz.
Fuente:www.tycsports.com
Futbol de Primera

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