River 1 Arsenal 0

Un pragmático y conformista axioma del fútbol de estos tiempos reza que un triunfo, sea jugando bien o mal, vale lo mismo: tres puntos. River, que viene dejando seguido con ganas de más, volvió a entenderlo de esa manera. Y así suma y se encumbra, tanto en el Clausura y la Copa Libertadores. El angustioso 1-0 ante Arsenal lo colocó al tope de la tabla de posiciones. No obstante, el árbol no tapa al bosque: River sabe que debe mejorar porque, a la larga, las deudas futbolísticas suelen pagarse con malos resultados. Mientras tanto, gana. Y siempre es más grato trabajar sobre los errores gozando de la tranquilidad que brindan las victorias.

La inercia que separa a un equipo que viene en racha ganadora de otro que anda a los tumbos hizo la diferencia en el resultado. En un partido mal jugado, con variedad de situaciones de gol provocadas por flaquezas defensivas, River no fue superior a Arsenal en cuanto a lo ofrecido por ambos. Además de los factores anímicos que incidieron en el resultado final, River tuvo en Archubi a una pieza que aportó soluciones cuando debió ingresar por el lesionado Rosales (podría sufrir un desgarro en el muslo derecho). Por caso, en el primer tiempo, construyó una buena maniobra personal y con un fino remate cruzado, desde la puerta del área, vulneró a Cuenca e hizo la diferencia en el marcador, en su primera conquista en Núñez. El otro hombre clave, una vez más, fue Carrizo. Siempre atento y bien ubicado, el arquero tuvo atajadas decisivas.

Esta vez, Alexis Sánchez y Buonanotte no pudieron suplir la ausencia de Ortega. Sus intervenciones fueron esporádicas y nunca lograron conformar sociedades. Con voluntad y el incisivo Papu Gómez como bandera, Arsenal preocupó y mucho a una defensa local que hizo agua constantemente. Antes de la apertura del marcador, Calderón y Yacuzzi dispusieron de sendas chances para desnivelar, pero carecieron de puntería.

No fue la única oportunidad en que el desarrollo pudo haber tomado un curso diferente. River la pasó muy mal en los primeros instantes del complemento, cuando Carrizo le tapó un mano a mano a Leguizamón y un envenenado remate a Carrera. Enseguida lo tuvo Gómez, pero no pudo ser. River respondió con un derechazo de Abreu que se estrelló contra un poste y después el encuentro una meseta en la que River, con ventaja, transitó con mayor comodidad. Simeone tomó sus recaudos y equilibró el medio con el ingreso de Domingo en lugar de Buonanotte.

Pero Arsenal volvió a tener dos chances clarísimas cerca del final. Primero, a un metro y medio del arco y sin marcas, Leguizamón sacó un tirito que fue a parar a las manos de Carrizo. Enseguida, Casteglione, solo y en el borde del área chica, le erró increíblemente a la pelota y el intento murió en manos del arquero local.

Esas dos acciones sintetizaron del momento de uno y otro. Y fueron el escenario de una sentencia que pareció escribirse por anticipado. River hizo muy poco, pero sumó igual que si hubiese hecho mucho.
Fuente: www.tycsports.com

Futbol de Primera

Paso a Paso

0 comments. Deci lo que te parece haciendo click acá: